23 sept 2010

SOBRE LA FILOSOFIA CINICA


Empecemos por hablar en primer lugar de los antiguos cínicos. Y comencemos por el nombre o significado kyonos (perros), apelativo que los cínicos de antigüedad entenderían como un honor, porque representaba el ideal de vida, es decir, vivir conforme a la naturaleza, vivir como un perro y sentir un agresivo desprecio por todos los convencionalismos.
Antístenes, discípulo de Sócrates fue el fundador de la escuela cínica y Diógenes de Sínope su figura mas relevante.
Consideraban que la civilización y su forma de vida era un mal y que la felicidad venia dada siguiendo una vida simple. De ahí el desprecio a las riquezas y a cualquier forma de preocupación material.
Era una filosofía que pretendía alcanzar la felicidad mediante la sabiduría, la liberación del espíritu y el logro de la virtud.
El cinismo mas que una escuela filosófica, fue un estilo de vida. Se autodefinían ciudadanos del mundo, sin casa, sin ciudad y sin patria.
Los bohemios de todas las épocas, los existencialistas franceses, los hippies representan a los verdaderos seguidores de la filosofía cínica antigua.

El Cinismo Moderno.-


El uso moderno sugiere la definición de cinismo como la de una disposición a no creer en la sinceridad o bondad humana, ni en sus motivaciones y acciones.
El gran Teofrasto, el mejor discípulo de Aristóteles ha escrito un libro para la posteridad: “Politike Tous Proust Kairon” (política de oportunidad).
Los griegos siempre agudos e inteligentes hicieron de Kairon, de lo “Oportuno” un dios.
Es menester que este documento puedan leerlo los políticos que andan inquietos y preocupados por ocupar una curul o un empleo administrativo en la administración publica.
Observarían que la política es de oportunidades, circunstancias, convicciones, y conocimientos. Que todo tiene su tiempo, lealtad y disciplina.
Teofrasto definió a los cínicos de la siguiente manera: Son hombres que maldicen y tienen reputación deplorable. Que defienden con desfachatez y deshonestidad doctrinas y acciones deshonrosas o vituperables.
Cuando pueden hacerlo, estafan y golpean o matan a quienes descubren el engaño antes de que puedan denunciarlos.
Ninguna actividad lucrativa les repugna. Será patrón de una taberna, encargado de un burdel, recaudador de impuestos, ladrón habituado a los puestos públicos que ejerce con autoritarismo, miente con ironía y favorece las causas injustas.
Para completar el cuadro, no olvidemos que el cínico “deja sin sentir vergüenza que su madre se muera de hambre”.
La importancia histórica de la escuela Cínica consiste en que fue el eslabón de enlace entre Sócrates y el Estoicismo, es decir, entre la filosofía clásica griega y la filosofía Estoica que ha ejercido profunda y perdurable influencia en la cultura occidental.
Precisamente porque la sociedad parece caer en una peligrosa trayectoria de decadencia, no podemos permitir que la astucia y la codicia sean elevadas por los políticos fariseos a la condición de inteligencia, la carencia de escrúpulos y la ambición de poder con habilidad política y la exhibición de las mediocridades transformadas en cualidades merecedoras del aplauso y del festejo del pueblo.

El pasado 15 de septiembre pudimos observar a todo color en los medios televisivos a ciertos políticos, miembros prominentes de esta escuela filosófica, que “emocionados” gritaban vivas a nuestros héroes, y hacían honores a nuestros símbolos patrios. ¡Que desfachatez¡

“El único derecho que tiene el hombre inteligente sobre el hombre ignorante, es el derecho a instruirlo”
Thomas Jefferson



Atentamente

Estrategia Política Nacional”

MEXICO PATRIA NUEVA A.C.

15 sept 2010

SOBRE LAS IDEOLOGIAS POLITICAS


Decía en 1823 el sabio y exuberante Fray Servando Teresa de Mier, hombre de gran relieve en tiempos de la independencia: “El pueblo siempre ha sido victima de la seducción de los demagogos turbulentos; y así su voluntad numérica es un farol muy obscuro, una brújula muy incierta. Lo que ciertamente quiere el pueblo es su bienestar, en esto no cabe equivocación; pero esta seria muy grande y perniciosa si se quisiera, para establecer este bienestar, seguir por norma la voluntad de hombres groseros e ignorantes, incapaces de entrar en las discusiones de la política, de la economía y del derecho publico”.

87 años después, un norteño coahuilense, el Lic. Francisco I. Madero, había escrito un libro temerariamente llamado: La sucesión presidencial 1910.
Era un libro dedicado a todos los mexicanos patriotas, a los buenos mexicanos. Lo principal de este libro era su entusiasmo patriótico, su amor a México, su optimismo fervoroso.
Hemos juzgado-decía-al general Díaz tal como se ha presentado, pero también hemos juzgado con dureza al pueblo mexicano que se ha dejado arrastrar cínicamente por la corriente avasalladora del servilismo.
En lo sucesivo, y atentos al despertar de la nación que creemos percibir, juzgaremos al pueblo mexicano y al general Díaz, como creemos que pueden comportarse en la lucha. El pueblo, fuerte; el general, magnánimo.
De cualquier manera que sea, el pueblo que hasta ahora se ha mostrado indiferente por la cosa publica, asumirá en lo sucesivo el papel que le corresponde, y principalmente por hacer balance de la administración del general Díaz, aprovechando todo el bien que este le haya hecho, y sin recriminaciones inútiles, se dedicará a remediar los males que le haya causado.
Lo esencial es saber realmente si estamos aptos para la democracia, y seguro que lo estamos a pesar de los temores.

“Es pueril temer en nombre de la libertad, la luz de la discusión. Mientras las armas del pensamiento sean usadas libremente por todos los mexicanos, no debemos temerlas. Que unos profesen una fe, otros otras; que unos crean en la eficacia de unos principios, y otros los juzguen perniciosos; poco importa; por el contrario: que vengan las luchas de las ideas, que siempre serán redentoras, pues del choque de estas, siempre ha brotado la luz, y la libertad no las teme, las desea”.


El partido Revolucionario Institucional; depositario de los principios históricos de la revolución mexicana, ha sido siempre una institución política de grandes proyectos colectivos.
Cuenta, con patrimonio ideológico, con tesis, principios y programas políticos para enfrentar los grandes retos que nuestro Estado y el país demandan.
Este instituto no es una formula política permanente y automática, requiere un mantenimiento constante para conservar su flexibilidad y una renovación frecuente para preservar su sensibilidad. Es en suma el partido que refleja la fuerza y la debilidad, las virtudes y los defectos de todos los mexicanos.
El partido de la revolución institucionalizada proclama en sus principios de democracia y justicia social, que la moralidad de los habitantes y de los funcionarios del país es condición indispensable para el buen funcionamiento de toda organización política y del acierto de cualquier administración publica.
Estima que la nacionalidad se fortalecerá avivando en todos los mexicanos el amor a la patria mediante la participación activa de todos ellos en la resolución de los problemas nacionales.

El partido Revolucionario Institucional, no es, ni será nunca, un partido pepenador de inconformidades, como aquellos que provienen de grupos ultraderechistas conservadores o de la caótica historia de la izquierda mexicana.

El primero es un partido históricamente muerto, fue fusilado en el cerro de las campanas en Querétaro, y el segundo tiene su estructura reflejada en docenas de partidos de facciones marxistas con una historia plagada de riñas dogmáticas por minucias ideológicas, elitismo intelectual, incluso corrupción y traición.
Al partido llamado de la Revolución Democrática lo pulverizan los intereses personales de sus caudillos y su manera ignorante y vulgar de gobernar.

La gente lo comenta en todos los rincones del estado, ya no es posible seguir soportando a la fauna gobernante del PRD, quienes impunemente, han saqueado a nuestra patria chica.

Es pues, urgente eliminarlos como un cáncer maligno de la gobernación.
Para lograrlo, la sociedad necesita electores ciudadanos que voten con la mente serena y clara reflexión, electores que sepan lo que van a hacer al emitir el sacramento de su voto, y no gentes que con palabras confusas y turbias, se dejen embriagar.

La política no puede ni debe hacerse con borrachos, todo lo contrario, la política necesita apelar al fondo claro, luminoso, de la conciencia de cada uno de los Sudcalifornianos.

“Cuando un pueblo se ha vuelto incapaz de gobernarse a si mismo y está en condiciones para someterse a un amo, poco importa de donde proceda éste”




Atentamente

Estrategia Política Nacional

MEXICO PATRIA NUEVA

4 sept 2010

SOBRE LA GOBERNACION

Es completamente anacrónico desear que un pueblo viva colectivamente sin un proyecto de empresa histórica.
Una política que no contiene un proyecto de grandes realizaciones históricas queda reducida a la cuestión formal de gobernar, a la cuestión de ejercer el poder publico, no se trata de hacer obras trascendentes con él, simplemente de complacerse en ejercerlo.
Decía Aristóteles que el hombre es un animal político, destinado por naturaleza a vivir en sociedad, hacer el bien, dignificar su convivencia y seer feliz.
En esta filosofía aristotélica, se resume el objetivo supremo de la democracia; un estilo de gobierno en donde el pueblo otorga a las minorías eminentes y talentosas su voluntad mayoritaria, y con ello, el derecho a mandar.
Democracia ésta, que puede degenerar en una hiperdemocracia o democracia exagerada, en donde el pueblo actúa directamente sin ley, imponiendo por medio de presiones sus gustos y desenfrenos, o en una forma mezquina de gobernar, y de ínfima espiritualidad, que el sabio griego definió como Demagogia o simulación de la virtud.

El demagogo es el primer enemigo de la democracia. Aprovecha el reinado popular para imponer sus engaños. El demagogo desprecia al pueblo adulándolo, colmándolo de elogios y de regalos baratos, lo mata como pueblo y lo convierte en masa.

Cuando ocurre un gobierno de esta naturaleza, se reduce en el pueblo la calidad moral.
La sociedad parece caer en una trayectoria peligrosa de decadencia, época en que la minoría directora de un pueblo, transitoriamente ha perdido sus cualidades de excelencia.

Contra esa minoría a veces ineficaz y corrompida se rebelan las masas, pero confundiendo las cosas, en vez de sustituirla por otra más virtuosa, coloca a hombres ruines para que contaminen el aire con su ruindad.

Se llega a creer que es posible la existencia social sin minoría excelente, como eso es imposible, las masas de los distintos grupos sociales ensayan vanas panaceas de buen gobierno que en su simplicidad mental imaginan poseer.

Al fin el fracaso de si mismas experimentado al actuar, alumbra en sus cabezas como un descubrimiento, la sospecha de que las cosas son más complicadas de lo que ellas suponían.

El dolor y el fracaso crean en la sociedad una nueva actitud de sincera humildad que las hace volver la espalda a todas aquellas ilusiones, cesando el rencor contra la minoría eminente, reconociendo la necesidad de su intervención especifica en la convivencia social.

Por desgracia los sudcalifornianos hemos tenido en los últimos años una generación de políticos demagogos en cuyas manos dio el corazón de Sudcalifornia menos pulsaciones por minuto.

Hemos vivido bajo la ficción de una organización estatal, sin atacar seriamente los problemas que nos afligen, sin asegurar a las instituciones del gobierno cierto mínimo de prestigio, dejándolas corromperse en manos de hombres desahuciados del respeto público.

De ahí la urgente necesidad de apelar a la conciencia ciudadana, a las gentes de mente sana y clara reflexión a fin de que en la próxima elección puedan emitir de manera inteligente el sufragio de su voto por candidatos de calidad, cultos e inteligentes que se den a la tarea de restaurar al Estado de verdad y en serio; y seriedad como el vocablo lo indica, es sencillamente la virtud de poner las cosas en serie, en orden, dando a cada cosa su rango y prioridad.

Sudcalifornianos; el futuro nos muestra como nunca horizontes sin limites; por ello, es necesario que el Estado se sienta escoltado por gentes sanas, honestas, que porten las banderas del honor y de la dignidad.


“Estrategia Política Nacional”

MEXICO PATRIA NUEVA